jueves, 5 de mayo de 2011

La canción anuncio

De la fusión de la música y la publicidad nace un producto muy recurrente por las agencias publicitarias: El jingle.

Un jingle es una pieza de música o canción que se caracteriza por ser de corta duración y fácil de recordar que se usa especialmente para acompañar a los anuncios de publicidad. Es un efecto sonoro que consiste en un eslogan o una melodía y en el que se acostumbra a decir el nombre del producto o empresa. En otras palabras, es un mensaje publicitario cantado.

En el jingle tanto la música como el texto se hacen expresamente para el aunucio. Pueden cumplir distintas funciones y se pueden clasificar en varios tipos. Tenemos que diferenciar el jingle identificador, que son las breves ráfagas de música que separan las secciones de una emisora (identificador de emisora o identificador de programa), con el jingle publicitario, del que tratamos en este post.

La eficacia de un jingle es esencial porque tiene que imprimirse en la memoria de quien lo escucha. Por esa razón tiene que ser claro, corto y fácilmente identificable para poderse distinguir pronto, la creación de los jingles es confiada a profesionales y es fruto de estrategias de mercado y creatividades distintas.

Los jingles funcionan, pero ¿por qué?

Son persuasivos. Generan un rechazo menor que otras piezas publicitarias y casi no tienes tiempo de evitarlos. La música es un buen soporte para el texto, así que si ambos son buenos tenemos casi asegurado que nuestro mensaje se entenderá y, al menos, se intentará escuchar.
Facilitan el recuerdo. Los mensajes son más fáciles de recordar si te los cantan, que si te los cuentan. Por otro lado, facilita el sueño de todo anunciante: repetir la marca muchas veces, ya que la repetición de palabras en música no resulta tan forzada como en una locución al uso.

Crean lazos afectivos con las marcas. Si la canción gusta genera un clima positivo… “buen rollito”. Algo fabuloso para una marca, ya que la gente cantará “el anuncio de pantalones X” o se querrá descargar el politono de “la canción del perfume Y”. Los jingles ayudan, por lo tanto, a reforzar lovemarks como Coca-Cola o a mejorar la imagen de otras marcas menores.

Su objetivo es hacer publicidad de una manera corta y musical, para crear un impacto y recordación del producto en la comunidad. En los años 80 llega la televisión a color, aumentando sus horas de emisión y se amplía la oferta para la publicidad desplazando los anuncios tradicionales de la radio a la pantalla. Actualmente contamos con las mejores tecnologías y producciones de sonido y la creación de un buen jingle publicitario parece ser tarea fácil, pero también depende de la estrategia publicitaria. La letra debe ir acorde al mensaje de campaña el cual sin lugar a dudas debe transmitir el sentimiento que se desee generar, una sensación que permita sin necesidad de tener una imagen visual, asociar aquella melodía con la marca.

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